¿Me oís?

 He aprendido que al sonido le damos mucho menos crédito del que se merece. De hecho, creo que sin el, nada sería  lo que es. Sostengo que, mucha facilidad, para crear experiencias con el mismo, no tengo, pero entiendo  que sin él, no se sentiría en la piel, lo que se ve con los ojos y se piensa con la cabeza a la vez. 

Construí esta experiencia sonora después de filmar varios sonidos por mi cuenta. Los acomodé estratégicamente para que produjeran una especie de sinfonía que transmitiera algo. Quise  basarme en el viento y la correntada, haciéndole honor a mi familia de nubes. 

Óiganla: 

https://drive.google.com/file/d/1mlGlgAKALJTuomsHwcr_o9vo_YPLK-Zl/view?usp=sharing




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